Victoria en segunda instancia: Sala Civil de Loreto ratifica sentencia que declara al río Marañón y sus afluentes como sujeto de derecho
Una nueva victoria para mujeres kukama y pueblos indígenas de la Amazonía. Pese a las apelaciones presentadas por Petroperú y otras entidades del Estado contra la sentencia que otorgó derechos al Marañón, la Sala Civil de la Corte de Loreto decidió ratificar el fallo en segunda instancia y confirmar las medidas de protección para el río Marañón.
CONTACTO PARA PRENSA:
Alexis Revollé, Instituto de Defensa Legal (IDL), arevolle@idl.org.pe
Javier Ruiz, Earth Law Center, jruiz@earthlaw.org
29 de octubre de 2024 - La Sala Civil de la Corte de Loreto confirmó la emblemática sentencia emitida por el Juzgado Mixto de Nauta en marzo de este año, que otorgó derechos al río Marañón y sus afluentes. Se trata de un fallo histórico en la defensa de la naturaleza y su conexión con comunidades indígenas, ya que por primera vez en el Perú la Justicia reconoce a un río como titular de derecho, tomando en cuenta la cosmovisión del pueblo Kukama Kukamiria.
Con ello, la protección del río Marañón obtiene una nueva victoria gracias a los esfuerzos liderados por la Federación Huaynakana Kamatahuara Kana (que se traduce al español como “mujeres trabajadoras”), conformada por un grupo de mujeres indígenas kukama kukamiria, arraigadas en el distrito de Parinari, región Loreto. Frente a los constantes derrames de petróleo del Oleoducto Norperuano, operado por Petroperú, ellas iniciaron una batalla legal en el año 2021, contra entidades del Estado para exigir la protección del río Marañón.
Esta nueva sentencia en segunda instancia ratificó al río Marañón como titular de derechos. La resolución detalla que dicha decisión obedece “a las crecientes presiones hacia los ecosistemas, los mismos que ponen en riesgo su existencia y función, ambiental, social y vital; (...) a los múltiples derrames de hidrocarburos (petróleo) de los que ha sido víctima el río Marañón durante los últimos años”.
Como se recuerda, luego de la sentencia en primera instancia, tres de las entidades demandadas en el proceso, el Ministerio del Ambiente, la Autoridad Nacional del Agua (adscrita al Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego) y Petroperú, habían presentado apelaciones para revocarla.
La ratificación de este fallo es resultado, además, de una audiencia realizada el último mes de mayo, en la que intervinieron Emilsen Flores y Gilda Fasabi, integrantes de la federación Huaynakana Kamatahuara Kana. En el acto judicial, ambas defendieron su lucha por la protección del río Marañón ante las juezas de la Sala Civil de Loreto, y solicitaron que se confirmen las disposiciones de la sentencia en primera instancia.
“Estamos contentas y agradecidas con las comunidades, los pueblos y los aliados por todo el trabajo conjunto que venimos realizando desde hace años. Este logro es para la Amazonía y el país, pero también para el mundo entero. Porque defender los ríos es parte de nuestras vidas, para dejar como herencia a las futuras generaciones”, dice Mari Luz Canaquiri, presidenta de la federación Huaynakana Kamatahuara Kana, sobre la ratificación de la emblemática sentencia.
Reconocimiento histórico
En este nuevo fallo, se confirma la sentencia de primera instancia en todos sus extremos, y además ordena a Petroperú dar mantenimiento “efectivo, inmediato e integral” al Oleoducto Norperuano. Se considera también el reconocimiento de los derechos del río Marañón como una alternativa necesaria para protegerlo de los constantes derrames de petróleo. Así, la Sala establece que los derechos reconocidos deben enmarcarse en su protección, conservación, mantenimiento y uso sostenible.
Asimismo, la sala confirma el pedido de conformar los consejos de cuenca para el río Marañón y sus afluentes, y encarga al Gobierno Regional de Loreto la obligación de convocarlos e institucionalizarlos, con la participación de la Autoridad Nacional del Agua.
Sobre la designación de defensores y representantes, la Sala confirma la sentencia de primera instancia, considerando que ello se encuentra orientado a lograr una adecuada representación para quien no puede hacer valer sus derechos por sí mismo.
Es importante destacar el voto complementario de la jueza Roxana Carrión Ramírez en esta resolución, que reconoce la cosmovisión del pueblo Kukama con respecto al río Marañón: “Para el pueblo kukama, el río Marañón es su centro del universo, tienen una conexión profunda, una relación intrínseca entre ellos y el río es la fuente de alimento, agua y transporte del pueblo kukama”.
En definitiva, con esta nueva resolución judicial, de ahora en adelante se podrá cuestionar judicialmente toda actividad extractiva o de otra índole que afecten los derechos ya reconocidos al Marañón y sus afluentes.
“La lucha de las mujeres de la federación Huaynakana no ha sido en vano. Finalmente, los jueces de la Sala de la Corte de Loreto han entendido la necesidad no solo de ratificar la sentencia de la jueza de Nauta que reconoce derechos al río Marañón, sino también de proteger al río como un elemento de la naturaleza, y consecuentemente a la naturaleza como sujeto de derecho”, remarca la abogada Maritza Quispe Mamani, del Instituto de Defensa Legal (IDL), quien es parte del equipo que presentó y sustentó la demanda de las kukama.
“Aún hay un camino largo por recorrer, pues nos toca ahora solicitar la implementación de esta sentencia a través de la ejecución de la misma, a fin de que las autoridades del Estado cumplan con los mandatos ordenados, especialmente el mantenimiento del ONP, la actualización del IGA, la misma que debe ser consultada con los pueblos indígenas”, concluye la especialista.
Es importante recordar, finalmente, que este resultado es fruto de un esfuerzo colectivo gracias la articulación y apoyo de aliados por la defensa del río Marañón: Instituto de Defensa Legal; International Rivers; Earth Law Center; Forum Solidaridad Perú; Quisca; Instituto Chaikuni; Radio Ucamara; Radio La Voz de La Selva; Mirella Pretell; la Parroquia Santa Rita de Castilla; y el Vicariato de Iquitos, en particular el Obispo Miguel Ángel Cadenas y el P. Manolo Berjón.